Tarragona, 25 de marzo de 2020,
Solemnidad de la Anunciación del Señor
Muy estimados / as,
Ha pasado más de una semana de confinamiento. La crisis continúa y, desgraciadamente, se nos ha anunciado que el estado de emergencia continuará hasta el día 11 de abril, víspera de la Pascua, indicándonos que la pandemia aún no ha alcanzado su punto más álgido. En estos momentos, como hemos venido haciendo estos días, nos toca estar muy atentos a las disposiciones de las autoridades, y a manifestar y compartir, sobre todo telemáticamente, nuestro afecto y nuestra estimación en todo el Pueblo santo de Dios y con todos quienes, sin sentirse creyentes, son hombres y mujeres de buena voluntad. Pero, sobre todo, conviene orar intensamente. Necesitamos una oración para nuestro mundo y para todas sus angustias y sufrimientos, necesitamos orar por los enfermos y contagiados por el virus, por sus familiares, por los que se encuentran en cuarentena. Debemos orar sobre todo por los que ya han muerto, para que el Dios del amor y de la paz los acoja en el lugar del descanso eterno.